jueves, 8 de septiembre de 2011

Francia

Llueve. Así es como la tierra y las hojas se van haciendo. Verdes con cada gota. Y va creciendo el bosque y nacen las flores que vienen con otras gotas. Con el rocío y con esas pequeñas gotas que se quedan, que se detienen en equilibrio. El sol vuelve y se convierten en plata, brillantes rayos de plata que titilan por todas partes. Y después, resbalan por el nervio de una hoja. Igual que una caricia viaja por el nervio de mi espalda. Centellea el camino de sus recorridos, como estela de estrella. Al caer la gota, la hoja tiembla. Igual que yo si dejas de tocarme; por haberlo hecho. Y el agua explota, pequeño cuerpo luminoso que revienta de luz en todas direcciones.Yo ni exploto ni reviento.

Empiezo a llover.
Y fuera ya clareó.

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