sábado, 29 de septiembre de 2012

Arroparse. Añorar.


El otoño me llena de poesía. Voy meciéndome entre las mantas, el tacto de las sudaderas, las capuchas en las que me sumerjo, sentir el aire que ya viene frío, fuera de mi. El placer de enredarse la bufanda al cuello, remeterse la camiseta que vuelve a salirse una y otra vez (como lo hacían los padres cuando éramos niños), meter las manos dentro de las mangas y buscar en los bolsillos. El vaho que desprende tu boca. Arroparse, añorar. Buscar cobijo como un animalito que se prepara para hibernar. Buscar el calor en los abrazos.

Hago despacio el café en las mañanas. Sube despacio el olor que desprende. Despacio el chocolate derritiéndose en la boca, el deleite del silencio que delata el tic-tac del reloj. La ropa de ayer, el polvo que se posa, la quietud. El árbol que hay en mi ventana empieza a tiritar. Se desnuda. Y dentro yo me arropo y añoro otra vez, no con pena, sino con amor, con todo el amor que me provoca esa nostalgia, esos recuerdos felices con los que me visto cada mañana.




sábado, 8 de septiembre de 2012

Hoy el viento trae recuerdos

Me gusta pensar que no quiero estar en otro lugar ahora.
El hogar es sólo una idea, las cosas no son imprescindibles y la maleta puede hacerse más y más pequeña. Las personas caben en las cartas y las palabras pueden llegar a teletransportarte. Los sentimientos no se pierden por el camino, esas cosas no se pierden. Que con un standby es posible volver, retomar lo que quedó a medias y seguir a donde quiera que vayamos. 
Encontrarse no es casualidad.

jueves, 2 de agosto de 2012

Primeras impresiones y demás curiosidades y sentimentalismos

Ya se va terminando este tercer día al otro lado del atlántico, se apaga con atardeceres rosas y autobuses de vuelta. Quiero recoger aquí mis primeras impresiones de esta nueva ciudad, de esta metrópoli que es Montreal. Si empiezo por el principio debería contar el viaje, pero una vez que el avión despega se hace aburrido, puedes entretenerte viendo a pasajeros excitados (entre los que te incluyes), niños que están ya más acostumbrados que tú a volar, y ancianos desconfiados. Madrid-Londres, Londres-Montreal, los dos aviones retrasaron el despegue casi una hora, así que mi nerviosismo se convirtió en desesperación, aunque una parte de mí (bastante grande) deseaba que esa espera se alargara más y más, más tiempo antes de enfrentarse a un lugar extraño, tiempo para prepararse, repasar una y otra vez algo que simplemente tiene que pasar. 

El aterrizaje fue duro porque creía que mi sueño podría conmigo, llevaba nosecuantasmil horas de viaje y se me caían los párpados. Pero en cuanto pones los pies en tierra nueva todo tu cuerpo se pone alerta, y así recogí mi maleta. La mejor parte, un buen comienzo, cuando me encontré con tres futuros compañeros de escuela que venían en mi mismo avión. Hicimos el visado juntos, nos reímos y descargamos cosas, estreses, temores, ilusiones.

Llegué a casa. Ahora tengo que hablar de Jérémie. Él me ha enseñado toda la ciudad, o casi, y me ha contado historias quebecois. Anduvimos muchísimo, hablamos muchísimo y comimos "poutine", un plato típico que a Jérémie le parece una broma (yo creo que lo es), patatas fritas con salsa "marrón" y lo que le eches. No está mal, nada delicado. 


Y Montréal, en fin, qué puedo decir de ella en tres días. La Europa de América; para mí más americana que europea. Esto es curioso, en el parque juegan a béisbol y rugby, y a la vez la boulangerie desprende un rico olor a croisant. La ciudad es joven (relativamente), apenas tiene historia, ruinas, monumentos; se han saltado el medievo y le da encanto. Aquí hay rascacielos y todo el mundo vive en casitas. Hay un barrio chino, un barrio latino, francés, inglés, quebecois, gay, (más barrios que yo no me sé), el puerto viejo y la montaña. Una montaña en medio de la ciudad, para poder desparecer. Es muy bonito, los árboles son enormes, verdes y frondosos, hay mucha humedad. Te transporta a los bosques del Canadá, como diría mi abuelo. Y cuando llegas arriba ves esto:


Y así, con mi jet lag que me despierta temprano (igual resuelve mi problema de dormilona empedernida), intento acostumbrarme a levantarme a este lado del océano. Es sobre todo por la mañana cuando me entra el sentimiento, aún sueño con despedidas, y el facebook se me hace necesario. Pero como un amigo me dijo, aunque sienta que estoy dejando a mi familia-amigos, lo único que estoy haciendo es agrandarla, o eso quiero creer. Y claro que creo, porque en este momento de comienzos, de partir de cero, siento que estoy llena de regalos vuestros, cosas que cada uno ofrece sin saberlo y que me he traído conmigo. Y sólo puedo decir gracias y adelante; que aparte de extraña y enorme, esta ciudad promete, la escuela promete y yo quiero prometer mi empeño. Empiezo a tomar esta soledad por una libertad caprichosa e íntima, un papel en blanco y un lápiz con ilusiones.



Murcia, Madrid, y ahora Montreal. Dos mundos en los que he crecido y he querido, y este tercero por el que empiezo a caminar, poco a poco. Tres mundos, tres emes curiosamente. ¡Esto me gusta!


lunes, 7 de mayo de 2012

Índigo

Me propongo saltar entre las rocas. El viento viene con las olas y silva cuidadosamente como el equilibrio en mis manos y el tacto en mis pies. La piel me separa del frío y descubre la identidad de lo que hay dentro. Un latir atento, el calor de la sangre, el aliento tierno, una mirada afuera. Estoy sola y hay silencio. Soy la espuma de la cresta de una ola. Soy las ondas en el agua. Soy el agua. Y subo más alto para descubrir algo, mirar más lejos y asombrarme. El horizonte es infinito.

miércoles, 2 de mayo de 2012

¿Y ahora qué? (II)

Todo vuelve a cambiar. Otra vez empieza difuminarse poco a poco este paisaje y este hogar. Y después no sé, volver a volver, o empezar a empezar. Siempre son ciclos y círculos, y tiene sentido. Ahora escribo esto mientras bebo algo caliente y tomo chocolate negro. El sabor parece alargarse en mi boca, como si se alargara el tiempo con él. El principio del fin, los finales principios de otras cosas. Y Carampa empieza a terminar y es triste y bonito.

Pero acaba, claro que acaba.

sábado, 18 de febrero de 2012

Sol y frío

Salgo a la calle para verle la cara a este sol de invierno. Hace que brillen las cosas, también algunas personas. Aunque a los árboles los hayan podado demasiado y se ven tristes con este sol, también algunas personas.

domingo, 22 de enero de 2012

Lenguaje

Ellos bailan. Bailan y simpre tienen una intención, están en un estado o en una emoción. Y los movimientos expresan esto con exactitud; por eso tiene sentido. Es un lenguaje que permite no limitar aquello que queremos expresar y que no podemos hacerlo con palabras. Te dota de libertad porque amplía la relación entre el individuo y el espacio, entre tú y los demás, porque puedes contar más cosas, cosas que suceden y son verdad, cosas que no podrían ser contadas de otra manera. Permite liberar eso que no podemos traducir en palabras, desde las sensaciones más primitivas, a los sentimientos más refinados. Hay delicadeza en lo bruto, hay grandeza en lo mínimo, y amor, creo que hay mucho amor. Hay belleza en esa conciencia del espacio, del cuerpo y del alma. Y porque también hay una discriminación de movimientos, elecciones que descartan otras cosas y contienen el movimiento en el instante preciso, en el momento justo, en el sitio exacto para que llegue hasta ahí y ahí se quede, y que todo esté contenido de eso que quiero decir. Encontrar los "por qués" sin que tengan que ser necesariamente razonados, sino mediante cualquier coherencia del cuerpo o del sentimiento, de un estado físico o mental o cualquier cosa, cualquier cosa que importe...




PD. Ver Pina Bausch. 
http://www.youtube.com/watch?v=LGKzXUWAjnI

sábado, 21 de enero de 2012

Principio

Llegué a Madrid a primeros de octubre y fui al Circo Price. Fui a ver Crece 2010 y cuando salí supe qué es lo que quería hacer; supe a qué había venido. Supongo que me impresionó tanto porque no había visto más circo que el du Soleil (hacía años) y a los Chimichurri (casualidades de la vida). Supongo que me marcó tanto porque es lo que andaba buscando, vi lo que deseaba ver: esa forma de expresión que mezcla la técnica, las aptitudes físicas, el deporte; con la danza, el teatro, la música, el arte, el inconformismo que no se olvida del mundo que le rodea, el ser más primitivo en su deseo de comunicarse y de liberarse, de la forma más bella. Y el talento, vi personas capaces. Claro que no hubiera sido lo mismo si lo viera ahora. Supongo que en ese espectáculo puse mucho de mí, mucho del "sueño" que parecía (yo no sabía ni dónde estaba, ni dónde me metía) que iba a empezar a vivir. Vamos, no pude fliparlo más.