viernes, 19 de diciembre de 2014

Microcrónicas de viaje (I)

Cortometraje

Yo soy sensible a esas cosas, digo sin pensar.


Voy en el autobús 
de camino al aeropuerto, pegada a la ventana, olvidando lo que hay dentro, yéndome yo. Viajo con mis ojos sobre el blanco y negro de fuera. No me detengo en nada, el autobús me lleva. Veo imágenes repetidas pasar, los abrigos que caminan con personas dentro, los árboles desnudos, alargados y delgados, quietos como si quisieran crecer, intentar distinguir el cielo del aire, todo gris, tocándolo con sus ramitas de manos, con su esqueleto de madera y de tiempo. Parece que está atardeciendo, pero no sabría decir. En el horizonte hay una franja de luz amarilla que se distingue de a ratos, me atrae como si quisiera decirme. Y me dice mucho, me llama a casa. Estoy de camino, esta vez sin prisa, con esta sensación de no adelantarse a los lugares, de ir despidiéndose y encontrándose al mismo tiempo, dentro de ti. Y me importa menos el reloj o la velocidad o la lentitud de los minutos, ni lo que se demora el autobús o el avión que despega, ni el vaivén de los taxis, o el tiempo que queda, ni el tiempo que hará. 

La ventana.

Silencio.

Nieve, y árboles grises que salen de la nieve. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario